Carl Ransom Rogers (8 de enero de 1902, Oak Park, Illinois,
Estados Unidos - 4 de febrero de 1987, San Diego, California, Estados Unidos)
BIOGRAFÍA
En 1919 se inscribió en la Facultad de Agricultura, que abandonó para
emprender estudios de Teología.
En 1922 se trasladó a China para participar en una conferencia
internacional organizada por la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos.
Nada más vuelto a los Estados Unidos, abandonó los estudios teológicos
y emprendió otros de carácter psicopedagógico.
Después de un año de estudios en el Institute for Child Guidance de New
York, pasó al Child Study Department de Rochester.
En 1924 se casa con Helen Elliot con la que tuvo dos hijos.
En 1939 obtuvo una cátedra de psicología clínica en Ohio.
De 1942 funda las bases de su Terapia Centrada en el Cliente, piedra
angular de la Psicología Humanista.
En 1944 se traslada a Chicago, su ciudad natal, donde funda el primer
Counseling Center, en el que efectúa su terapia y realiza investigaciones.
En 1957 obtiene la cátedra de Psicología y Psiquiatría de la Universidad
de Wisconsin.
En 1964 abandonó la enseñanza y se trasladó a California, al Western
Behavioural Science Institute de La Jolla.
En 1969 funda el Center for the Study of the Person y, sucesivamente,
el Institute of Peace para el estudio y la resolución de los conflictos.
PENSAMIENTO
“El individuo tiene la capacidad suficiente para manejar en forma
constructiva todos los aspectos de su vida que potencialmente pueden ser
reconocidos en la conciencia" (Rogers, 1972, 1978).
El hombre, dice Rogers, es positivo por naturaleza, y por ello requiere
respeto absoluto, especialmente en cuanto a sus aspiraciones de superación. El
ser humano puede, si se le presentan las condiciones adecuadas, desarrollarse o
actualizarse, ampliar sus capacidades y ser consciente de lo que experimenta a
fin de poder auto controlarse. "No se puede manejar eficazmente lo que no
se percibe conscientemente". De allí la necesidad de ampliar el concepto
de sí mismo del cliente, su “self”, y de incluir en él todo (o casi todo) lo
que vivencia. Pero no se pretende hacerlo actuando sobre él sino "acompañándolo"
en la experiencia, brindándole las condiciones requeridas y dándole seguridad. El
terapeuta debe situarse en el punto de vista del cliente, asumir su campo
perceptual y trabajar en base a ello como una especie de alter ego. Incluso la
palabra "cliente" es asumida de una manera especial: el cliente es
aquella persona que responsablemente busca un servicio y participa del proceso
terapéutico de una manera consciente. Es alguien que no va "en busca de
ayuda" sino que trata de ayudarse a sí misma.
Esta actitud frente a la dignidad del cliente, la aceptación
incondicional y el respeto que se le tiene, cobran una importancia tal que se
les consideran factores que favorecen u obstaculizan (de faltar) la adquisición
del enfoque centrado en el cliente. Aceptación y respecto deben estar
enraizados en la personalidad del terapeuta, formar parte esencial de su ser, y
ello pasa, antes que nada, por aceptarse a sí mismos.
OBRA
(1942/1978) - Orientación Psicológica y Psicoterapia
(1951) - Terapia centrada en el cliente
(1961) - El proceso de convertirse en persona
(1970) - Grupos de encuentro
(1971) - Psicoterapia y relaciones humanas
(1972) - Psicoterapia centrada en el cliente
(1972) - El matrimonio y sus alternativas
(1977) - El poder de la persona
(1978) - Orientación psicológica y psicoterapia
(1980) - Persona a persona
(1980) - El Camino del Ser
(1981) - La persona como centro